El calzado de seguridad es un elemento importante de protección en el entorno de trabajo, ya que previene lesiones por caídas y/o resbalones en los pies y otras partes del cuerpo. Además, su uso es esencial para aquellos trabajadores que desarrollan su actividad en entornos peligrosos o con riesgo de caídas de objetos, derrames de sustancias químicas… Pero para que el calzado de seguridad cumpla con su función, es crucial asegurarse de que se encuentre en las mejores condiciones.
“Cuidar tus zapatos de seguridad no solo prolongará su vida útil, sino que también garantizará que tus pies estén protegidos adecuadamente en el trabajo.”
Aquí te dejamos una serie de consejos para cuidar tu calzado de seguridad y que se mantenga en perfecto estado:
- Limpia regularmente tus zapatos de seguridad. Es importante después de cada uso eliminar la suciedad y los residuos del exterior del calzado y de la suela. Para ello, pasa un cepillo suave o un paño ligeramente humedecido por la superficie del zapato y la parte inferior y evita el uso de productos de limpieza agresivos. Dependiendo del tipo de material externo del zapato, también puedes utilizar un limpiador específico.
Una vez que los hayas limpiado, es importante secarlo adecuadamente antes de usarlo de nuevo. Coloca el calzado en un lugar seco y ventilado, lejos de la luz directa del sol, que puede dañar los materiales del calzado.
- No expongas tu calzado de seguridad a temperaturas extremas. El frío y el calor extremos pueden dañar los materiales con los que están fabricados tus zapatos de trabajo. El sol es otro de los elementos que puede provocar daño en los materiales, al igual que el hielo o la nieve.
- Asegúrate de que se secan adecuadamente. Antes de su uso, los zapatos de seguridad deben de estar secos. Para hacerlo de manera correcta, quita las plantillas extraíbles interiores y deja que se sequen al aire libre. No utilices fuentes de calor, como secadores de pelo o radiadores, ya que pueden dañar los materiales.
- Reemplaza las plantillas cada cierto tiempo. Las plantillas del calzado de seguridad se desgastan con el uso y pueden acumular bacterias y olores con el tiempo. Por eso, es recomendable reemplazarlas cada seis meses o antes si están visiblemente desgastadas y así mantener la higiene y la comodidad del zapato, con un soporte y amortiguación adecuada para tus pies.
- Guarda el calzado de seguridad en un sitio adecuado. Para que tus zapatos de seguridad se mantengan en perfecto estado, es importante fijarse en dónde se almacenan. Deja tu calzado en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y de focos de humedad. Procura no dejarlos tirados en el suelo o apilados unos encima de otros, ya que esto puede deformar los materiales y la forma del zapato.
- Y como forma de almacenaje, te recomendamos que los metas en bolsas de almacenamiento de calzado o cajas de plástico para proteger el calzado de la humedad y la suciedad.
- Y un último consejo: inspecciona el calzado regularmente en busca de cualquier signo de desgaste o daño. Si encuentras algún agujero, rasguño o deformación en el calzado, es importante reemplazarlo de inmediato para garantizar tu seguridad en el trabajo.
Cuidar tus zapatos de seguridad no solo prolongará su vida útil, sino que también garantizará que tus pies estén protegidos adecuadamente en el trabajo.