A pesar de que es la parte menos visible del calzado, la suela es uno de los elementos más importantes para tu seguridad en el puesto de trabajo y protegerte de posibles lesiones provocadas por caídas accidentales o cortes por objetos punzantes.
“La suela es un elemento clave para garantizar tu seguridad. Por ello, a la hora de elegir tu calzado de seguridad, es fundamental que sepas sus características de antideslizamiento, resistencia a la abrasión y productos químicos, su nivel de antiperforación y las características que lo hacen más cómodo y flexible.”
Es la zona que está en contacto directo con el suelo y que, además, te proporciona la estabilidad y agarre necesario para poder desarrollar tu actividad sin problemas.
Así que, ¿cuáles son las características que tiene que cumplir una suela en un calzado de seguridad?
Dependiendo de tipo de trabajo que desarrolles, la suela de tu calzado de seguridad tiene que contar con estas características:
- Aislante del frío o del calor, importante especialmente para trabajos que se desarrollen al aire libre o aquellas en entornos de frío, como los trabajadores de ciertas industrias alimentarias, o de calor extremo.
- Antiperforación, que sea resistente a la perforación para impedir que objetos punzantes atraviesen la suela, como clavos, cristales… y causen daños en el pie. Este aspecto es especialmente importante en el caso de industrias como la construcción, en la que constantemente se está en contacto con objetos afilados.
- Antideslizante, para asegurar el correcto agarre con el suelo y evitar resbalones y caídas accidentales. Esta característica es especialmente relevante para trabajos donde su actividad se desarrolle en suelos que puedan estar mojados o con elementos grasos, como cocinas o en las industrias químicas. Además, una suela antideslizante previene lesiones en el que caso de que se produzca por accidente un derrame en el suelo o que en las actividades al aire libre llueva o nieve.
- Resistente a la abrasión, para que la suela no se desgaste con facilidad por el continuo roce con el suelo. De esta manera, se asegura una mayor durabilidad y vida del calzado.
- Para sectores más específicos, uno de los aspectos a valorar es que la suela sea resistente a los daños producidos por productos químicos, muchos de ellos abrasivos y que pueden penetrar al interior del zapato y dañar el pie. Este requerimiento es especialmente importante en el caso de trabajos en los que se manipulen productos químicos peligrosos, como en un laboratorio o en la industria química, para garantizar que los trabajadores no sufran lesiones en los pies debido a la exposición a productos químicos.
- Por último, además de todas las prestaciones mencionadas, la suela debe ser ligera y flexible, para proporcionar comodidad al andar y no aumentar la fatiga durante la jornada laboral. Una suela flexible permite una mayor movilidad al pie al hacer la pisada y hace que el calzado de seguridad sea más cómodo. Si, además, en la suela contamos con zonas de amortiguación de impactos, Shock Absorber o la zona del talón redondeada, la comodidad será aún mayor.
Para resumir, la suela es un elemento clave para garantizar tu seguridad. Por ello, a la hora de elegir tu calzado de seguridad, es fundamental que sepas sus características de antideslizamiento, resistencia a la abrasión y productos químicos, su nivel de antiperforación y las características que lo hacen más cómodo y flexible. De esta manera, estarás seguro y protegido de posibles riesgos en tu trabajo.